lunes, diciembre 25, 2006

Enlaces para escritores

A continuación dejo dos enlaces para recomendarles

Recursos para escritores:
http://escritores.wordpress.com/

Alejandra Pizarnik:
http://www.cortazartextual.com.ar/otros/pizarnik/

Que los disfruten.

De cómo devoraron los perros locos a la niña muerta

No en vano lloran las silenciosas mujeres que oscurecen en invierno. No en vano palidecen las flores cuando yo paso. Hoy no contaré mi peor secreto. Guardaré rostros de esa tristeza para los que no me quieren. Hoy no contaré lo del luto que llevan mis pies cuando la luz se esconde dentro de la casa. No en vano quieren hacerme parecer esa loca, esa mujer insulsa que se sienta sobre el tejado a gritarles groserías a los pobres como si de eso se tratará vivir. Afuera agoniza un sol de verano, escupiendo sangre amarilla sobre las nubes. Una niña que podría ser yo se hamaca sobre sus huesos, su esqueleto se le sale del cuerpo y la deja muerta en la calle. No en vano los perros salen corriendo a comerse su cadáver; un pequinés de aspecto gordo devora sus ojos. Mejor no detenerse en lo odioso del paisaje: un poco de piel, unos perros locos y yo que no me reconozco, mirando.

¿Mis dos voces?

En realidad esto no le importa a nadie, solo a mí. Así que como este blog es un hijo de mi creatividad más creativa, valga esta aclaración. Desde hace varios años creo percibir -sin estar segura del todo- dos estilos o formas de escritura, en las cuales me muevo con cierta libertad o quizás con cierta costumbre. Una de las formas tiene que ver con la simpleza, con los poemas cortos, casi sin utilizar puntuación, con temas en donde prima –a veces- un tono más intimista, que a veces se vuelve cínico y otras intenta asemejarse a lo que algunos llaman “antipoesía”, tomando personajes o cosas de la realidad. Por otra parte, muchas veces suelo escribir poemas que podrían ser prosa poética, donde proliferan los adjetivos y hay mayor riqueza de imágenes, forma que casi siempre utilizó para poemas de corte más romántico y en contadas ocasiones, erótico. Si bien algunas veces he mezclado los temas y las formas a las que recurro, sin proponérmelo, noto que esta tendencia me acompaña desde hace varios años. Yo no sé si serán dos formas de escribir diferentes o en realidad se refieren al mismo estilo, lo que si sé es que me gustaría entender el porqué. Tampoco creo que sea algo muy trascendental, pero es algo que me intriga. Si algún lector tiene la generosidad y se le ocurre algún tipo de respuesta, será bien recibida. En caso contrario, tendré que pagar algún buen psicológico o bajarme del altar de mi ego, que se empeña en hacerme creer que soy la reencarnación femenina de Pessoa. Jajajajaja. :)

Poema lúdico

Desde el jardín
sus manos
sus recuerdos
se mezclan con las flores

Un conejo gigante
devora sus pies
mientras
plantas extrañas
recorren dimensiones
que mi mente desconocía

No hay más princesas
que socorrer:
nuevamente yo

Punto final,
¿esperaban otra cosa?

Sobre mis aventuras con las muñecas

Afuera juegan con las muñecas.
Dentro una voz de muerta me habla:
-“Salgamos a un mirar un rato”.

“¿Mirar qué?”, pregunto.
-Nada, simplemente
hagamos como que miramos.

Entonces salimos y afuera
un sol de ojos negros
me quema la espalda.

“Te previne”, me dice,
mientras me deja tirada en el pasto.

Afuera juegan las muñecas
sobre mi cadáver.

Clotilde

“…donde había una barca abandonada llevando entre las noches
de cierto aniversario unas pálidas flores por los ríos”
Olga Orozo

¿Quién yace?, se preguntan,
bajo la triste noche que se desangra
en amapolas negras que dejan rodar
sus pétalos sobre el paisaje claro
de este mañana hecha de cenizas,
donde sólo cabe tu ausencia,
y tus manos…

Pero, ¿quién se atreve a gritarte?

Me indigna el coro que nunca se detiene,
mientras te arrastras, Clotilde,
esperando el sol en la espalda.

Oh, si es la misma muerte,
la que anda esquivando
en los pozos de tu desdicha,
en la blasfema voz que te acompaña,
un presagio profundo que ahorca
sus inmorales sollozos
sobre tu cuerpo y polvo.

¡No te vayas!,
suplican tus terrenales gozos.
¡No te vayas!,
aullarán los campos.
¡No te vayas!,
romperás la tristeza
de quien te habita y te ama.

(Aquí, soñó Clotilde estos versos, dejando en su lugar el alma)

Mis fantasmas interiores

Aquellos que mueren todavía
en la memoria líquida de mi despertar,
me recuerdan a las sombras que no he visto,
esas que no acallan la verdad,
porque en su pena,
en su partir eterno,
entiendo de voces que retornan
a la misma casa,
a la misma higiénica costumbre
de dormir en los papeles
estos poemas redondos
que cuelgan como aros
del borde más rugoso de la hoja
y yo seré feliz entre ellos,
en sus manos que no existen
porque comprendo el silencio
que tienen las cosas,
la manía inerte de dejarse estar,
a ellos he de seguir volviendo,
repitiendo rituales
que hablen de ausencias
que descansan en el mar.

domingo, diciembre 24, 2006

Mujer de muchos rostros

Tu lengua agujera la tristeza,
se filtra sin interrupciones
por este espacio invisible
que nos separa

Mientras el viento,
espera acurrucado a la sombra
que lo despierten los pájaros
de la mañana y un nuevo día
te nombra como si fueras una niña mala

Milagros y tus espejos de agua,
rostros que van dejando estrellas
en las huellas de un poema,
que nació huérfano de madre

Y las esporas de este cielo
se rompen sobre mi cabeza,
tu lengua agujera la tristeza
y sin permiso estira su cola
en mi corazón de plástico

Ya no quedan zapatitos en la casa,
paredes de humo y espejo,
donde baila la nostalgia
y tus manos que son arcos y flechas
apuntan desde hace tiempo
a otra parte

Y creo entenderte,
no quieres mujeres de sal
ni voces que te lloren,
buscas un lugar en el mundo
que no caduque como el amor
de una tarde

¿Pero qué será de mis temblores?
Si tu tristeza es lengua y cobre
que robaron aquellos
que más me conocen
y no me importa morir riendo
ni ser un ángel que cante

Apenas puedo deslumbrarme
ante la presencia tierna
de una mano que me ampute
la pena que flota sola
a esta hora,
en este cuarto

Ausencias

Mis manos se esconden bajo las cenizas de ese,
que supo ser mi cuerpo y mis ojos,
cadáveres de otros ojos, velan por ti.

Pero sé que insuficiente,
yo nacía para cantarle al silencio de las cosas
y resguardarme de los perros rabiosos,
de los malos hombres que tejen en sus coches,
dolores para el insomnio,
cristales para el cansancio.

Desde esta ciudad que ya no creo mía,
he aprendido a coleccionar las horas
como piezas de un rompecabezas
que luce interminable
y me crece desde la panza
hasta las raíces,
donde el hambre
se confunde con el sueño
y el sueño saborea la nostalgia

Allí mis madreselvas y mis peces de cera
se desviven por correr carreras con la muerte,
y se ríen,
apretando los dientes,
contra espejos impronunciables.

La ausencia agujerea la noche,
licuando estrellas en su parto.
Amanece y te nombro.

Felicidades

Para los amigos, lectores y seguidores de este blog, pedazo de mi creación y mi corazón, les deseo: ¡MUY FELICES FIESTAS! Y cuando brinden esta noche, recuerden que en algún lugar del mundo, yo estaré brindando por ustedes. Muchos besos y abrazos navideños.

A los constantes amadores de la pena

aquí sentada,
donde la tristeza
se parece al olvido
y la cabeza carga
con demasiada culpa,
con demasiada lágrima
para seguir sonriendo,
tantas historias enganchadas
al costado de la pena
para seguir contando
que el dolor no es ajeno,
que quizás nunca he querido
y entonces como un perro rabioso
que ladra en medio de la noche
me persiguen tus recuerdos
tu voz profunda
se me sube al lama
y me grita:
salí del encierro,
vení conmigo

domingo, diciembre 17, 2006

I

Una mujer descubre el silencio
y entiende que las rosas de invierno
podrían marchitarse

Cuestiones en donde la palabra pide permiso

Cuestión 1
¿Cuándo acabaremos con la edad de los juguetes?

Cuestión 2
La piel como si nada se deja recorrer.

Cuestión 3
Lo más trágico y siniestro es haberse quedado sin cuestiones.

Los cuentos de hadas

Cenicienta ha dejado de fingir
Ahora se viste de nena mala
y sale de noche
cuando sus hermanastras duermen
a hacer el amor con los fantasmas
más drogados de esta ciudad

Por eso Blanca Nieves
nunca quiso juntarse
definitivamente con ella
Era demasiado hermosa
como para olvidarla

Blanca Nieves
nunca tuvo amor
su único lazo afectivo
era el recuerdo
de su primera relación
con Cenicienta

Más tarde
tocarán las doce
y despertaremos
de los cuentos de hadas
que abuelita nos contaba

mientras el mundo atesoraba
para nosotros algo más
que una vida de mierda

Buscarse

Desde esta monotonía,
donde la ausencia se quiebra
y rompe en el mar de mis ojos,
una razón para escribir me ata:
ser yo misma sin tapujos,
sin asombros

Matilda

Matilda se estira frente al espejo, apenas percibe las manchas rosáceas que le han salido en el muslo de la pierna izquierda. Decide no darle importancia al tema de las manchas, está demasiado ocupada pensando en que esta noche su madre y el nuevo novio de su madre irán a cenar a su casa, que más que un hogar se parece a un bunker de la Segunda Guerra Mundial.

Matilda no se ha casado, tiene treinta años y todavía sueña con su príncipe azul. Consume café en grandes cantidades y escribe poemas, que a veces considera buenos, en su blog de poesía bajo un nombre falso. Lo buena de estas épocas es que cualquiera que tenga una computadora y acceso a Internet puede creerse escritor.

A estas alturas, la vida debería ser más sencilla para las mujeres de tres décadas. Sin embargo “ser una solterona” es sinónimo de vieja y amargada, por más que tengas un amante diferente casi todas las noches.

Matilda no es fea y lo sabe… Por cuestiones personales y momentáneas, aquí termina esta historia de mujeres de treinta en estado de desesperación. Aclaro que todavía no me he convertido en Matilda, aunque tengamos algunas cosas en común.

Saludos a quienes han leído este primer borrador de Matilda.

16/12

“…Nunca lo tuve tan en claro, o es la primera vez que tomo la única decisión que debería haber tomado muchos años atrás: quiero divertirme. Estiro mi mano y la invito a bailar el vals de las horas que se merecen vivir”.

De “Estimada Señora. Cartas a una desconocida”, Hugo Finkelstein

sábado, diciembre 16, 2006

Mi ángel de ternura

Tu invades,
tu sueñas,
tu escribes poemas cortos
en un pedazo de tiza,
donde el sol alimenta
caricias de ternura

y añoras
la soledad de las estrellas
bajo punzadas
de ausencia

Tu escondes
palabras huecas
para que al nombrarlas
duelan menos

y el silencio
te juega a las escondidas,
esperando que brote
música del cuerpo

16/12

A veces nos preguntamos por qué, por qué y la respuesta está enfrente de nosotros.

miércoles, diciembre 13, 2006

Un poema para compartir

Arroyo del parto nocturno

tu cuerpo
boca abajo
flotando como mortaja de plumas
deja un rastro de sangre en el agua

se aleja

piedras del fondo rojas
y el silencio

desperté
sabiendo quien eras
sin conocer más que tus palabras.

LMC
13/12/06


Este poema lo escribió un amigo/lector de Weque, quien a su vez tiene sus propios blogs y su boletín de poesía. Y como el poema está bueno, considero que vale la pena compartirlo con otros lectores. Y espero que esta persona no se moleste porque he publicado su poema, ya que como este blog es de literatura, mi idea siempre fue colgar textos y poemas de otras personas, no solo míos. De hecho yo tenía un blog donde se publicaban textos de otros autores, lo cual cuando tenga más tiempo supongo que volveré a hacer. Y si alguien quiere compartir algún poema en este sitio, yo encantada de publicarlo. Soy una editora de poesía frustrada.

13/12

En esta niebla donde la poesía
se levanta como un mar que no siente,
en medio de tantas palabras
yo escribo versos
para gastar el alma

martes, diciembre 12, 2006

sin razón

rompiendo los amuletos
me persigo
hasta sembrar mi sombra
de ausencias que te recuerdan
y nadie más que la pared
me habla
me indaga
me incomoda
prefiero no mirarla
su recuerdo es una frecuente lucha
con el espejo
y yo declino
que anochecí con ganas
de pintarte

lunes, diciembre 11, 2006

A los falsos amores

las manos a la altura del vacío
el beso desplomándose
sobre la planicie del cuerpo
las manos atadas a los sentidos
las horas en un baño perfecto de olas
el impecable momento de los latidos
y la voz que se rompe junto a la mañana
cuando ya es tarde,
mi vida

y pronunciamos rectángulos
esperando que la garganta fermente
un te quiero de abrazos
cuando sabemos
que casi siempre
es mentira

domingo, diciembre 10, 2006

Eso que anida en mí

quiero darte este cuerpo
partiendo en dos
los besos que aún no te dieron
y esperarte sentada
en el muro más alto
de tu abismo

en esta ofrenda naranja
mis versos podrán rozarte
nunca jamás habrán de herirte
nacieron para ser tuyos o libres

desnudo mi piel sobre
esta pila de libros
en donde el silencio
se acuna y vuelve

entiendo que el lenguaje
es una combinación de sexo
y cada palabra perfuma
el último hueco
que tocó tu mano
que sintió
mi cuello

eso que anida en mí
te lo regalo

viernes, diciembre 08, 2006

Conquista de lo absoluto

En qué lejano gesto encontraré la mano
que ansiosa aferre mi sombra a la tierra
cuando ya no sea más que recuerdo
y mi corazón teja desde ya no siento,
poemas verdes que al oído agraden,
tristezas mías que al rozar conmuevan

Si pálidamente estas cenizas que enhebro,
olvidan de mis silencios
lo más nostálgico,
lo más siniestro,

No haber sido yo quien
se ufanó al cansancio,
quién entregó su alma
a cambio de sueños,

que ahora me reclaman
algo más que humo y espejos,
mientras yo me moría de ganas
por salir corriendo

Con trampas en los ojos

Fue necesario irse, alejarse
para retomar con más fuerza
ese silencio que queda en la música

Fue necesario mirarse en los espejos,
robarse la sombra en los confines del alma
que como una bailarina idiota quedo llorando
en el telón de la tarde que se apagó sobre vos

Porque querías el momento,
porque aspirabas a convertirte en reina,
me escribiste esta carta en donde alguna vez
tus versos fueron el sello indeleble
y tu marca me guareció

Ya no más recuerdos, Milagros,
ya no más juegos que te agoten
y te quemen la sangre

Ahora estás esperando a que se despierte
un destino sediento que te cubra para siempre
y no hay nadie más en esta sala
para abarcarte

sólo tus pensamientos
embriagados de tristeza

y una percepción de niños
rodando en la piel

domingo, diciembre 03, 2006

A mi tía Graciela

Lo mismo que la niebla te perdiste,
como un flor agonizante
bajo una noche
se cerró tu cielo
y tus gestos de mujer desgraciada,
tu pierna más corta,
tus polleras largas
quedan como latigazos en la memoria
en mis juegos de infancia,
en el amor incondicional
de la nena que te conoció
en la peor de tus tristezas
y no estuvo a tiempo
para despedirse

Porque te mereces el mejor homenaje de todos. Y aunque este patético poema no llega a reconocerte, aprovecho este espacio para contarle a todo el mundo que fuiste una persona generosa y muy buena y le dedicaste todo tu amor a tus sobrinos, a pesar de que la vida fue demasiado injusta con vos. Todavía, tía, te sigo queriendo y siempre ocuparás en mi corazón, el lugar que algunos imbéciles no supieron darte en vida. Espero que, donde quieras que estés después de haber pasado tantos años, estés bien. Te quiero mucho.

Aquella lejana casa en donde bailan los recuerdos

Escucha, son los latigazos del invierno,
los perros, los cansancios que pervierten,
son los mejores días que se van coleccionando.

Escucha, amor, la glorieta,
la casa que apenas balbucea
tu nombre entre sus sombras.

Porque así son los recuerdos,
infértiles, desesperados,
se van, se pierden.

No más noches sobre la ventana.
Hemos perdido el brillo
detrás de los carteles.

Escucha, el mar te está buscando,
sus manos de agua te convienen.

Se juntaron los silencios
en una sola sala,
¿lo ves, lo sientes?

Apenas verla

I
Entonces, no tuvimos más que verla,
cansados, efímeros
supimos naturalmente que se trataba de ella,
tan lejana como el suspiro

y apenas verla,
fue el destierro, la agonía,
el ir y venir sin sentido

Apenas verla,
entendimos que humo y espejo
muchas veces escriben juntos
esta parte del destino

II

Entonces supimos por ella
que a esta altura de la noche
la vida es río y los ojos
trampas que tejemos
en el olvido

Apenas verla,
se fue el destino.

A la madre que no estuvo ahí

¡Cuántas bocas pronunciando tu nombre,
cuántas huellas revelando tu sombra!

Oh, si apenas
tu corazón de mujer madre
arropa en sus senos a una estrella.

Eras arena, inaccesible,
viéndonos como niños,
nos dabas cuerdas:

juguetes de antaño
que se enamoran
del recuerdo del viento

y estalla la vida en tu cuerpo,
robándose la noche,
nos regalas un cuento

¡Mamá que nunca tuve,
ahí van mis versos!






A Milagros

Celosas, guardianas que el corazón destina,
terrible vida de amores que no fueron,
imposibles sueños que quedaron
perdiéndose el viento en noches
de otros tiempos

y así esta mujer niña que se mira
desde adentro
desde arriba
encuentra en su espejo
el recorrido,
el escribir riendo,
el poema que no redime
y la carne que se agrieta

como una cartilla al abismo,
como estos versos que hoy no vuelven,
a vos te dejo mis murales,
mis palabras y sus secretos

Mi ofrenda es hoy y este momento,
en donde me sacrifico entera,
a vos haberte amado poco
y querer seguir siendo

algo más que Milagros,
algo más que humo llorando
en sus recuerdos

Corazón mío

Recuerda, corazón, corazón mío,
la imborrable manera de no hacerse,
ese destino de romperse hacia dentro,
esa pequeña aurora que te despierta

y ahí estás,
desnudo de todos los males,
tan francamente lejano de esta tierra,
porque te sabes ángel y nosotros
ni siquiera podemos mirarte
con la dulzura
que exigen tus ojos,
tus bellos modales
y tu conciencia.

Si apenas te quiebras de nada,
si apenas alguien te nombra,
te descompones y estallas
contra la noche blanca,
contra la vida lenta,
y nosotros ni siquiera
podemos mirarte.

Corazón mío, despierta.

Stephen King, algo más que un escritor

A continuación, transcribo parte de una entrevista realizada por Keith Baclkmore a Stephen King, la cual fue publicada en La Nación Revista, el 3/12/2006 (Argentina). Las siguientes citas son las que me impresionaron o comparto. Según el escritor, cuando se comienza a escribir un manuscrito, “…uno empieza con lo que sabe, después se desvía, pero siempre tiene esa base sobre la que puede construir y sentirse cómodo”.

Y cuando se refirió a su propio oficio, dijo que “Una de mis tareas como escritor es asaltar sus emociones y atraparlo… y para eso usaré todas las herramientas que tenga a mano. Tal vez, lo logré asustándolo, pero también puede ser de una manera más subversiva, haciendo que se sienta triste… Gritar; llorar; reír. No me importa qué, cualquier cosa para que usted se involucre, para que cuando deje ese libro en el anaquel no diga: bueno, ya está, otro más, sin ninguna reacción. Aborrezco eso. Quiero que usted se dé cuenta de que yo estuve allí”.

La última pregunta que le hace el periodista se refiere a las dos tragedias que marcaron su vida: su adicción al alcohol y un terrible accidente que lo dejo postrado por mucho tiempo, y si esas desgracias cambiaron su manera de escribir. Y King respondió que: “Era un verdadero basurero: consumía todas las drogas que se le ocurran, y cuando se dejan es como que hay que reconectar el cerebro y volver al sitio donde estaba. Una vez que se logra, todo está bien. Simplemente, disminuí un poco la velocidad, algo más racional, y pude apreciar mejor lo que hacía, porque tenía la cabeza clara y podía releer algo y decirme: ¡Dios, todavía puedo hacerlo. No necesito pócimas mágicas, todavía puedo volar solo, y fue una gran satisfacción descubrirlo”.

Más información sobre este “monstruo” del género de horror en:
http://www.stephenking.com/







sábado, diciembre 02, 2006

Amores cerrados

“…a otro rostro sumido en lo imposible”.
Olga Orozco

Mientras la vida como un cauce roto
olvida en la memoria
aquel infinito,
aquella lejanía de ausencias

cada vez más grave,
más distante,
más dispersa.

Tu cuerpo se hunde en el cansancio,
en haberse vuelto parte del paisaje
hambriento de polvo

y tus huesos me recuerdan
a un poema mudo incapaz
de perdonar los silencios,

y bajo esta lluvia de espejos,
nos miramos como extraños
que comparten un secreto

cavando su soledad
en la misma medula.

Si hoy quisiera definirme diría de mí que:

Escribo en el silencio de las hadas finales felices imaginarios.

Carta de una enamorada silenciosa

Hoy enloquezco, amor, de soledad
y colecciono los lugares comunes
que menosprecian los poetas.

No pretendo salir gritando
-eso lo dejo para los más valientes-
ni quemar las paredes de tu cuarto.

Yo, amor, en cambio
me conformo con mi hueco en la sombra,
con tu presente ausente
en la memoria.

2/12

Porque mi canto es un canto que no muere, que no se detiene, un canto que se reparte en una multitud.

La envidia

 Y la envidia se vistió de mujer oscura, se maquillo los parpados, se miro en el espejo, Se ajusto los botones de un traje viejo y raído, ...